viernes, 25 de junio de 2010

MODERNOS Y ANTIGUOS


Un pequeño cambio de orden convierte un viejo título en un formulación original. Con "Modernos y antiguos. Ocho estudios de literatura comparada" (que aparecerá publicado este año en Valencia) rompo una lanza a favor de las lecturas que nos hicieron mejores, que nos formaron para la vida. Esta es mi militancia. Por Francisco García Jurado. HLGE
¿Para qué sirve la literatura? ¿Se puede hacer una historia no académica desde la imaginación de sus lectores? En Modernos y antiguos, Francisco García Jurado se adentra en esta historia a partir de las interminables lecturas que los autores del siglo XX han hecho de una antigua literatura, esencial para su formación. Ocho estudios recorren este sugerente territorio. Las reflexiones de Antonio Machado sobre Virgilio nos llevan a entender a los clásicos como compañeros de viaje. Lectores no académicos de estos clásicos, como Pérez de Ayala y Lezama Lima, recrean a partir de Séneca y Suetonio una sorprendente historia prohibida, rica en matices y originales tensiones. Cortázar, Bioy Casares y Arturo Capdevila convierten, gracias a su pasión por Aulo Gelio, la propia lectura en intensa biografía. Juan José Arreola nos lleva con su imaginación portentosa a la primigenia versión del parto de los montes de la mano del poeta Horacio. A continuación, con Thomas Mann, T.S. Eliot y Borges asistiremos al ocaso de la educación en Occidente, encarnada esta vez en Virgilio. La resurrección de la Eneida en la obra de Borges permite unir ahora la idea de lectura a la de creación. Pasamos luego al terreno del relato fantástico para recuperar una primigenia historia de fantasmas narrada por Plinio el Joven en dos cuentos fundamentales de Maupassant y Cortázar. Termina este libro con la figura de Ovidio en el exilio a la luz de Ossip Mandelstam, Gonzalo Rojas y Antonio Tabucchi; monólogo dramático, diálogo y vida imaginaria configuran, respectivamente, una inquietante visión del antiguo poeta desde las estéticas modernas. Este libro es una invitación a la gran literatura, la que nunca pasa de moda, y quiere recordarnos, ante todo, que su función debe ser deleitar y formar para la vida.
FRANCISCO GARCÑÍA JURADO. HLGE