miércoles, 14 de enero de 2009

EL MUNDO CLÁSICO DESDE LA MIRADA FEMENINA


Si somos capaces de proponer diferentes historias de la literatura grecolatina, académicas y no académicas, podemos considerar que estas historias responden a diferentes miradas. Más allá de modas científicas, hay algunas lectoras, mujeres cultas y perspicaces, que han hecho posible la configuración de una mirada propia de los autores grecolatinos. Un canon diferente, unas lecturas a veces sutilmente distintas caracterizan la cristalización de esta historia de la literatura que nace en una nueva circunstancia. El trabajo de Ana González Rivas-Fernández que aquí se presenta indaga en la particular lectura que de la literatura grecolatina hicieron tres mujeres del siglo XIX.:



El mundo clásico desde la mirada femenina: Margaret Fuller, Mary Shelley y George Eliot (2008) analiza las relaciones que se establecen entre la literatura grecolatina y tres autoras anglosajonas del siglo XIX: la norteamericana Margaret Fuller, una de las pioneras en luchar por los derechos de las mujeres, como demostró en su ensayo Women in the Nineteenth Century; la británica Mary Shelley, que en su inmortal Frankenstein; or the Modern Prometheus recrea la tragedia griega desde una estética gótica; y, finalmente, la también británica George Eliot, que llena de referencias clásicas su novela autobiográfica The Mill on the Floss, donde además nos ofrece un espléndido retrato de la educación de su época, y el lugar que en ella ocupaban los autores grecolatinos. El estudio de estas tres autoras y sus obras nos ofrece una nueen el apartado de E-Excellence, dentro de la sección de “publicaciones electrónicas”: http://www.liceus.com/cgi-bin/aco/publi.asp?opcion=1. va mirada de Grecia y Roma, una mirada femenina y diferente a la acostumbrada desde los cánones académicos.
Este libro puede adquirirse en el portal http://www.liceus.com/.


Ana González-Rivas Fernández (anagonfer27@telefonica.net) es licenciada en Filología Clásica y en Filología Inglesa por la Universidad Complutense de Madrid. Por Filología Inglesa, además, obtuvo el premio extraordinario de licenciatura de la Universidad Complutense. Ha publicado varias reseñas tanto de literatura inglesa, como de literatura clásica, en revistas científicas y de difusión cultural. Asimismo, ha participado en varios congresos nacionales e internacionales, con comunicaciones relativas a la tradición clásica, novela gótica inglesa y literatura femenina, fundamentalmente. Es autora de artículos como “Frankenstein; or the Modern Prometheus: una tragedia griega” (Minerva. Revista de de filología Clásica, 19 (2006) pp. 309-326) “Paradojas literarias: George Eliot, los clásicos y el terror gótico” (Mujer y Terror: VIII Jornadas de Estudios de la Mujer, Navarra, Editorial Aranzadi, 2008) o “Death and Love in Poe’s and Schwob’s Readings of the Classics” (CLCWeb: Comparative Literature and Culture, 10:4 (2008) http://docs.lib.purdue.edu/clcweb/vol10/iss4/). Actualmente, trabaja en su tesis doctoral en la Facultad de Filología de la Universidad Complutense.

martes, 13 de enero de 2009

IMÁGENES DEL SABER


Mientras preparo materiales para una congreso que se celebrará en la UNED el futuro mes de marzo de 2009, reflexiono, más allá de lo que será mi trabajo, acerca del tema sobre el que voy a tratar: la lectura de Aulo Gelio en el siglo XVI español. Cuando traduje una parte de las Noches Áticas para Alianza Editorial fui observando cuántas y curiosas lecturas dependían, al cabo del tiempo, de los textos de Aulo Gelio. Siendo una obra discreta, en parte un libro de apuntes y lecturas, ha sabido conectar con el espíritu de la modernidad como pocos.


Las Noches Áticas de Aulo Gelio no se traducen al castellano hasta finales del siglo XIX. Sin embargo, su aparición en la literatura española, si bien discreta, en comparación con otros grandes autores de la Antigüedad, es constante, y da prueba de que hay, al menos, un conocimiento de la obra por parte de autores como Pedro Mexía o Fray Antonio de Guevara. De hecho, al tratarse de una miscelánea, sus noticias se transmiten de una manera directa o indirecta a través de los diversos autores. El carácter misceláneo de la obra de Gelio, su naturaleza de obra abierta, de recopilación de escritos varios, también se deja ver en la propia recepción de la obra. Es un libro destinado a personas eruditas, de ahí la no necesidad de una traducción hasta pasados muchos siglos. Sin embargo, el estudio de la huella de sus lecturas en la literatura española nos permitiría llevar a cabo una antología (“antología inminente”, en palabras de Alfonso Reyes) de una parte significativa de las historias y noticias que en ella se nos da. Por lo tanto, sí cabría hablar de una forma de traducción implícita de la obra, que unos leen y narran para que otros la conozcan.

En lo que respecta a las Noches Áticas, el siglo XVI da lugar a dos frutos destacables: de una parte, lo que va a ser una primera edición bien difundida y provista de notas críticas, como es la edición de Stephanus; por otra parte, el salto cualitativo de la miscelánea al ensayo, que podemos presenciar en la lectura de Michel de Montaigne.


Estoy observando, desde autores como Fray Antonio de Guevara o Pedro Mexia, cómo se cita a Gelio en el siglo XVI. En especial, como era previsible, veo que las citas textuales o paráfrasis son mayoría. Pero también, de vez en cuando, aparece algún apunte sobre el propio autor de las Noches Áticas, como cuando se le llama "historiador" o "filósofo". En la edición que Gronovio hace ya en el siglo XVII podemos ver cómo se representa a Gelio dentro de una estética de poshumanista. Gelio, de hecho, quiso dejar su imagen personal, de manera implícita, cuando tituló a su libro con el término "noches": mientras leemos, podemos imaginar al autor escribiendo a la luz del candil. Autores ya modernos como Montaigne o Erasmo tuvieron especial cuidado en difundir sus imágenes. Por muchas circunstancias que aqui ahora no vienen al caso necesitamos imaginar a quien escribe.


FRANCISCO GARCÍA JURADO

H.L.G.E.